lunes, 14 de julio de 2014

¿Como esta mi relación con Dios?

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”.

Salmos 139: 23-24

En la vida diaria nos preocupamos por tantas cosas como por ejemplo: ¿Que ropa me voy a poner hoy?, ¿Que haré este día?, ¿Cómo haré en el parcial o examen si no he estudiado?, ¿Será que la chica(o) de mis sueños me hará caso?, además nos preocupamos por quedar bien con las personas, ya sea nuestros amigos, nuestro familiares o nuestra novia o para los que estamos casados tratamos de quedar bien con nuestra esposa, etc., etc. Pero rara vez nos preocupamos por quedar bien con Dios.

¿Será que Dios no se merece la misma atención que se merece nuestro mejor amigo, nuestra novia o esposa?, claro que la pregunta es obvia y a cualquier persona que se la preguntara me respondería: “claro Dios se merece aún más atención que cualquier persona”, todos contestaríamos muy espirituales y más que uno sacara un texto Bíblico para apoyar su respuesta.

Pero más allá de la teoría y de lo mucho que podemos sabes, ¿Será que realmente estas preocupado por quedar bien con Dios?, ¿De mejorar nuestra relación personal con el día a día?, pues es una pregunta que te has de responder instantáneamente si eres sincero contigo mismo.

A través de este tema quiero enseñarte el valor que tiene reflexionar sobre ¿Cómo esta nuestra relación con Dios? y ¿Que estamos haciendo para mejorarla?, o si realmente no es uno de nuestro objetivos principales en la vida y nos hemos acomodado a vivir una vida mediocre.

EL ENCONTRARSE CON DIOS ES LO MEJOR.

Una de las cosas que jamás olvidare es el día que me encontré con el Señor, pues mi vida jamás volvió hacer igual, Jesús cambio por completo mi vida y me dio una verdadera razón porque vivir, ese mismo día hice un trato con Dios de servirle por toda mi vida y hasta este día puedo decir: “Señor misión cumplida”.

A lo mejor tú te recuerdas también cómo fue tu encuentro con Dios, seguramente jamás se te olvidara y habemos muchos que llevamos la cuenta exacta en años, meses, días y horas desde que nos encontramos con nuestro Señor.

Nadie te va a negar que los primeros meses en los caminos de Dios son de los mejores, pues estas aprendiendo tantas cosas que no quieres parar de aprender, tu corazón es tan humilde que no anda pensando “que nota sonó mal en las alabanzas”, o “que error del predicador que en lugar de decir que Noé construyo un arca dijo que Moisés lo había hecho”, todo eso no existe cuando estas sensible a la voz de Dios. Son momentos en los que lo único que te importa es hablar con Él, leer su Palabra y aprender más de Él, quieres llenarte de su presencia y servirlo por toda la eternidad.

En la etapa de recién convertido es donde te importa realmente agradar a Dios, es en donde dieras todo por escuchar una voz del cielo que dice: “Enrique estoy orgulloso de ti”, pues estas tan ansioso por agradarlo y por quedar bien con El, que los errores que te rodean no importan.

DESPUÉS DE ALGUNOS MESES Y ALGUNOS OBSTÁCULOS.

Si tú eres una persona que te has parado sobre la Roca que es Cristo, nada ni nadie te moverán y seguirás con el mismo ritmo de cuando iniciaste.

Lastimosamente hay muchos que van descuidando su relación personal con Dios, esta clase de personas van poco a poco olvidándose de su verdadera meta que es: “agradar a Dios”, y comienzan a ver tantas situaciones que en lugar de hacerlos crecer espiritualmente les impide ver resultados, pues están tan afanados en ver errores entre los que le rodean, que tratar de vivir una vida agradable a Dios.

Es triste ver a tantas personas que un día fueron grandes servidores y ahora viven criticando a medio mundo y olvidándose de Dios.


CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA QUE ESTA DESCUIDANDO SU RELACIÓN PERSONAL CON DIOS.

Existen muchas características de cuando una persona está descuidando su relación personal con Dios, tratare de citar las más comunes sabiendo de antemano que pueden ser muchas más:

Su Carácter comienza a variar: quizá era una persona muy amable y servicial, pero sin darse cuenta fue descuidando su relación personal con Dios y su carácter poco a poco comenzó a ser el mismo que era antes. Su rostro comienza a cambiar nuevamente y a denotar una falta de paz interior que solo Jesús da.

Las Criticas comienza a aparecer: Cualquier cosa por mínima que sea le parece mal, para el pareciera que todos hacen las cosas mal y que no son dignos de estar en los puestos que están. Critica desde las personas que están en la entrada de la congregación, pasando por las alabanzas y terminando por el mensaje que se dio. Definitivamente su relación personal con Dios esta descuidada.

Su vocabulario comienza a cambiar: Si las palabras de ofensa se habían extinguido, con la falta de búsqueda del Señor comenzaron nuevamente a salir aquellas palabras que en nuestra cultura son denominadas malas. Su vocabulario no es ya el de un hijo de Dios sino mas parece el vocabulario de una persona que jamás a conocido de Dios.

Deja de congregarse y de servir: no en todos los casos los que dejan de servir es porque están olvidándose de Dios, pero en la mayoría de casos si, su mismo distanciamiento con Dios los hace valorar poco el hecho de servirle a aquel que dio todo por nosotros.

Tienden a poner otras cosas antes que a Dios: Si su primer lugar antes lo ocupaba Dios, ahora le da prioridad a otras cosas como por ejemplo: al deporte, a los amigos, a su novia(o), etc.


¿CÓMO ESTA MI RELACIÓN PERSONAL CON DIOS?

Es fácil juzgar, pero también es difícil, puesto que nadie conoce tu interior, solamente Dios, en pocas palabras nadie puede asegurar como está tu relación con Dios pues nadie puede ver lo que hay en tu corazón. Pero también hay una balanza que se llama: “FRUTOS”, es decir que por nuestros frutos nos conocerán, si tú dices tener una relación personal muy buena con Dios, pero tus FRUTOS (ósea tu exterior o tu testimonio) no lo demuestran, entonces solo estas quedando en las palabras.

Es fácil andar pregonando que nuestra relación personal con Dios es buena, pero más allá de hablar y hablar, Dios demanda frutos. Si yo digo tener una buena relación personal con Dios, por ende mis frutos dará muestra de ello y toda mi vida girara alrededor de tratar de agradar a Dios.

No voy a juzgarte por cómo estás viviendo, pero si tienes que entender que debes prestar más atención a Dios, tratarlo de agradar y de servir. No te puedes pasar la vida diciendo que TODO está bien cuando tú sabes muy bien en el interior que las cosas no están tan bien como tú piensas.

Nunca nos podremos engañar a nosotros mismos, cada uno de nosotros sabemos cómo esta nuestra relación con Dios y cada uno sabemos que cosas están impidiendo que caminemos como Dios quiere que caminemos.

Es hora que te levantes en el Nombre del Señor y que comiences a vivir con un objetivo fijo, ese objetivo de agradar a Dios, quizá tú seas una persona que se preocupa por quedar bien con tus amigos o conocidos, pero pocas veces te preocupas por quedar bien con Dios.

Quizá tu tratas por todas las manera posibles de agradar a las personas que amas, pero no demuestras el mismo interés por agradar a Dios que el que demuestras por agradar a tus seres queridos. Momento, es hora de reflexionar sobre la importancia de Dios en mi vida, sobre la importancia que tiene para mí el hecho de agradar a Dios y mantener una relación excelente con El.

Tus errores no te van alejar de Dios si tu no lo permites, puesto que Dios siempre está dispuesto a perdonarte y levantarte para luchas cada día con más fuerzas.

Contesta sinceramente las siguientes preguntas:

  • ¿Tienes algún área en tu vida que te afecta espiritualmente?, ¿Qué estas haciendo para vencerla?
  • ¿Cuánto tiempo en el día le dedicas al Señor?
  • ¿Cuándo fue la última vez que te gozaste alabando al Señor?
  • ¿Cuándo fue la última vez que le hablaste a alguien de Cristo?
  • ¿Cuándo fue la última vez que leíste un libro completo de la Biblia y te edificaste?
  • ¿Cuándo fue la última vez que serviste con mucho gozo?
  • ¿En tus decisiones tomas en cuenta Dios?
  • ¿Cuándo fue la última vez que lloraste delante de la presencia de Dios?
  • ¿Cuándo fue la última vez que conversaste con Dios?

Se tú mismo tu propio juez, y has una reflexión sobre ¿Qué te está pasando?, y no solo quedar en la reflexión sino que más allá de eso debes levantarte y dejar de estar acomodado a la vida que llevas, pues la voluntad de Dios es que tu tengas una verdadera comunión con El, pues para eso te ha llamado.

Es hora de tratar de agradar a Dios y las demás cosas vendrán por añadidura.


“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

San Mateo 6:33

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